Hugo Juri, rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), pone en jaque a una importante Reserva Natural cordobesa con un proyecto que denomina “Campus Norte”. Con su plan urbanístico, pretende construir un Domo, playas de estacionamiento, residencias y un polideportivo -entre otras edificaciones- en un área natural protegida sin valorar los servicios ecosistémicos de las superficies en la que busca desembarcar, a fuerza de edificios y construcciones. Pide catalogar ese territorio como “sin destino”, para poder desarrollar su proyecto.

Sala de Prensa Ambiental pudo acceder a los documentos oficiales que marcan el inicio de las gestiones del Dr. Juri e involucran a un Juez Federal, al Ministerio de Defensa, conducido por Oscar Aguad, y a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).

El proyecto “Campus Norte” que planea construir Juri, irrumpiría en terrenos protegidos por el Estado nacional debido a su importancia ecosistémica y a los servicios ambientales que brinda a 4 ciudades: Córdoba, Carlos Paz, La Calera y Malagueño. Pero además, la Reserva de la Defensa La Calera tiene una particularidad importante: existe una medida cautelar por investigaciones sobre enterramientos clandestinos realizados por el terrorismo de Estado, durante la última dictadura militar, ya que ciertas hipótesis apuntan a que los cuerpos de algunos de los miles de desaparecidos que pasaron por La Perla podrían haber sido ocultados dentro de la superficie de la actual Reserva.

Las extensiones codiciadas por la UNC son montes nativos en recuperación en una provincia donde subsiste apenas un 3 % del bosque nativo original y, desde hace 1 año, el rector Juri se dispone a urbanizar una porción del pulmón verde más grande que le queda a la ciudad de Córdoba y al Gran Córdoba. Esta Área Protegida resguarda y conserva diversidad biológica y cultural a través de la protección de unidades boscosas con un valor ecológico incalculable.

RESERVA DE LA DEFENSA, A LA DEFENSIVA

Las Sierras de Córdoba vienen experimentando transformaciones con consecuencias imponderables en el corto plazo causadas por el avance inmobiliario y las empresas constructoras. Estas transformaciones condicionan el estado de conservación de la flora y la fauna nativa y la salud de los ecosistemas que afectan la calidad de vida de más de 1.500.000 cordobeses.

En la Argentina, sólo existen 9 áreas naturales protegidas bajo la figura de “Reservas de la Defensa” y Córdoba tiene el privilegio de proteger parte de su biodiversidad en la Reserva Natural de La Defensa La Calera, de vital importancia dentro de los ecosistemas mediterráneos, además de particularidades como la de abarcar una superficie equivalente a nuestra ciudad: más de 13.600 hectáreas protegidas. Tal es su dimensión, que abarca parte de 3 departamentos: Capital, Punilla y Santa María.

La Reserva ha mantenido gran parte de su vegetación original en buen estado como consecuencia de las restricciones debido al histórico uso militar: recientes relevamientos registraron el regreso de diversas especies de la fauna autóctona a la región, como pumas, pecaríes, corzuelas, reptiles, anfibios y aves; habitantes de las áreas montañosas y de la llanura que contiene esta área protegida.

U.N.CEMENTERA

 “Sugerimos desestimar y no autorizar bajo ningún punto de vista el uso de tierras de un área protegida para la radicación de una urbanización como la que pretende realizar la UNC, siendo conveniente la radicación del proyecto en cualquier otra superficie fuera de los límites de una Reserva Natural como esta”. La tajante declaración viene como respuesta de técnicos -especialistas en áreas protegidas- al proyecto que motoriza el rector Hugo Juri desconociendo al territorio que está bajo la tutela del Ejército y la Administración de Parques Nacionales y que fue concebido a partir de una iniciativa ciudadana que congregó a ONGs, vecinos de La Calera y de Córdoba, y hasta espacios académicos de la propia UNC.

En ningún momento las misivas universitarias mencionan ni reconocen que se trata de una Reserva, por lo que se pueden inferir dos cuestiones muy graves: el rector de la UNC y sus colaboradores desconocen la existencia de la Reserva u omiten deliberadamente el estatus de área protegida para lograr que los organismos nacionales les cedan los terrenos.

Allí, el rector Juri proyecta construir: una Escuela de Oficios, un área para deportes, un polideportivo, un edifico de servicios y otro de Posgrado, un estacionamiento periférico, un Domo, una Mediateca, edificación de una Universidad Popular y de Aulas Comunes, residencias universitarias y un Parque Tecnológico, entre otras construcciones. Una ciudad universitaria inserta en un Área Protegida a la que concurrirían decenas de miles de estudiantes, docentes y personal universitario con el imaginable movimiento de automóviles y transportes, donde los civiles deberían convivir con las prácticas y maniobras de adiestramiento militar.

Desde entonces una grave sospecha sobre este proyecto se esparce como un reguero de pólvora: la urbanización que pretende hacer la UNC abrirá las puertas para la habilitación posterior de emprendimientos privados y la construcción de decenas de countries invadiendo la Reserva.

SIN CAUTELA NI CAUTELAR

El área natural protegida en cuestión está bajo la tutela del Ejército y la Administración de Parques Nacionales con el asesoramiento de organizaciones civiles.

El proyecto del rectorado universitario consiguió subir el primer peldaño para su concreción a partir de una polémica decisión del juez federal Miguel Vaca Narvaja, del Juzgado Federal N°3, quien decidió el levantamiento parcial de una medida cautelar interpuesta por Adolfo Pérez Esquivel (premio Nobel de la Paz) y la recordada abogada María Elba Martínez. Lo hizo a pedido del propio Rector.

Esa medida cautelar impedía el movimiento de suelos ante la posibilidad de hallar restos humanos de las víctimas del ex Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio “La Perla”, un sitio de la memoria contiguo a la Reserva llamado paradójicamente “la Universidad” en la jerga de los militares de aquellos tiempos, por todo lo que allí se aprendía torturando a sus víctimas. Un Campus en un camposanto.

Desde la Segunda División de Ejército «Ejército del Norte», denominada hasta hace poco 3° Cuerpo de Ejército, también manifiestan –bajo cuerdas- su tajante desacuerdo con el proyecto. El disgusto crece a partir de que las autoridades militares se enteraron indirectamente por una notificación del Juez, ya que los funcionarios universitarios no establecieron comunicación con la fuerza armada. Lo mismo sucedió con la Administración de Parques Nacionales que, literalmente, fue la última en enterarse –de manera informal también-, pues la UNC tampoco le había informado de su proyecto. Ni siquiera el Comité Ejecutivo para las Reservas de la Defensa, en Buenos Aires, tenía conocimiento sobre el plan del rector cordobés.

Desde hace unos meses se suceden audiencias, notas y pedidos para detener la construcción del “Campus Norte” y de esa manera salvaguardar el patrimonio natural y cultural que encierra la Reserva; “Pero no nos escuchan”, es la respuesta a coro que dan desde el Ejército, las organizaciones civiles y técnicos consultados por Sala de Prensa Ambiental.

Los emplazamientos que solicita el proyecto “Campus Norte” se asientan sobre una zona de pastizales, arbustos y una numerosa cantidad de renovales de árboles nativos.

RESERVA EN ESTADO RESERVADO

Las áreas protegidas de la Defensa constituyen sitios de gran valor ecológico que sirven como reservas de biodiversidad, protección de fauna, flora, suelo y agua en donde se establecen complejas interacciones ecológicas.

Las urbanizaciones y las corporaciones inmobiliarias son una permanente amenaza para esos procesos naturales pero ahora el apremio que hace peligrar su continuidad llega desde el vértice menos esperado: el Rectorado de la UNC como punta de lanza de los intereses económicos y comerciales que ponen en riesgo la conservación y los trabajos que vienen realizando conjuntamente Parques Nacionales, Ejército, Organizaciones Civiles y técnicos de la propia Universidad.

 

 

6 COMENTARIOS

  1. Qué vergüenza la verdad que el reverendo culiadazo del rector de la unc quiera destruir una Reserva Natural en vez de protegerla. Qué falta de respeto al Medio Ambiente, es lo más preciado y sabio que tenemos.

  2. Esa Reserva Natural es la única de esta zona norte que quedan orcoquebrachos, solo quedan zona de Capilla del Monte y zonas aledañas, pero es un despropósito este proyecto y viniendo del Rectorado de la UNCórdoba, antes tendría asesorarse con biólogos y a quien corresponda sobre la importancia de ese espacio verde. Pero no podemos quedarnos en silencio ningún poblador donde va tener impacto negativo ese proyecto, ojala no tenga éxito, premie la cordura y la sensatez. Daniel

  3. La UNC y todas las universidades, públicas y privadas, se prostituyen al mejor postor en este baile cabaretero de depredar los bienes naturales comunes a toda la población.
    La pseudociencia que solo cuenta con 400 años de universidad, no pudo estudiar ni valorar los servicios ambientales que la naturaleza otorga, que a contra posición están los pueblos originarios que cuentan con mas de 25.000 años de ciencia empírica sobre este suelo sin romper el equilibrio natural.
    Los servicios ambientales que brindan son de incalculable valor, como retención de suelos frenando la erosión y aludes, retención de agua potable, conservación de la biodiversidad, producción de oxigeno y purificación del aire contaminado, reserva arqueológica de los pueblos originarios, cementerio clandestino sujeto a investigaciones por los desaparecidos en La Perla, paisajes majestuosos imposibles de recuperar, etc.
    Estas tierras sagradas pertenecían a la antigua Comunidad Indígena El Pueblito La Toma, a la que con mucho orgullo pertenezco.
    Entre 1780 y 1890 fueron robadas por diferentes presidentes y gobernadores colonialistas y hoy capitalistas que siguen tras el mismo interés perverso de violar el sacrilegio de la reserva de uno de los pueblos de América que mas resistió el avance de la conquista de America, los Quilmes, que fueron traídos esclavos desde los valles Calchaquies hasta Córdoba y establecidos en gran parte en estas tierras legalmente otorgadas, y otros tantos Quilmes fueron llevados a Bs. As..
    Desde las Lagunillas de Falda del Carmén hasta el Río Suquía y desde Alto Alberdi hasta Carlos Paz eran las tierras de la Reserva del Pueblito La Toma, conviviendo comunidades Calchaquies, Quilmes, Afroamericanos y Comechingones.
    Hoy esta Reserva vuelve a ser ultrajada, pero ya sin sus antiguos habitantes, que fusionados conviven con toda la población, y ven juntos como los intereses inmobiliarios están por sobre los valores naturales de la tierra, los servicios ambientales y el patrimonio social que es la naturaleza en todo su conjunto.
    No solo se destruyen estos lugares sagrados, sino todas las sierras de Córdoba, los bosques nativos del llano por el agronegocio, la contaminación del aire, suelo, agua y seres vivos con agroquímicos, caminos dirruptores del ecosistema vinculado por los microorganismos subterraneos que se sostienen mutuamente en una red invisible a los ojos especuladores y que se aíslan zonas sin los corredores biológicos necesarios para el intercambio de la biodiversidad y la biomasa hiperconectada desde que el mundo es mundo, como los brutales caminos de las Altas Cumbres, cno. Al Cuadrado, y ahora el mas letal de todos de Variante Costa Azul que aportará desastres ambientales impensables para toda la cuenca hídrica que abastece de agua potable a la ciudad de Cba. y Vallle de Punilla.
    Toda la población actual de Córdoba esta padeciendo el mismo dolor que sufrieron los ancestros y habitantes de esta tierra.
    En la que no existían dueños sino comunidades en convivencia sobre un uso del suelo como un bien común.
    No le deseo a nadie el dolor que padecieron los ancestros al ver ultrajada su Madre Tierra, pero creo que el destino será el mismo y con masividades de pueblos al borde la la extinción por los diversos abusos contra la naturaleza que estamos permitiendo ejercer por estos gobiernos aún colonialistas y capitalistas que nada les importa ni saben del vínculo fino que une la vida humana a la naturaleza.
    Con mucho dolor, visite La Calera y ví como sobre esos montes se construyeron countris cerrados, caros autos brillantes espejitos de colores y lujosas casas que nada que ver tienen con las casas pozos y chozas que alguna vez habitaron los que sabían valorar la vida y la libertad sin alambrados ni fronteras.
    Espero con mucha fe que la clase trabajadora sea la que ponga un límite a esta civilización y barbarie que los aplastará si no se organizan y confrontan de conjunto a los parásitos del estado como lo son el rector Juri y toda la clase política capitalista corrupta.
    Patricio Pino

  4. Es una lucha a encarar desde la educación a to do nivel…Bueno, primero lograr q.los educadores se hagan cargo de esta gran responsabilidad. Para q.la sociedad toda reaccione, luche y prote ja los bienes naturales y los lugares de Memoria

  5. El Rector de la UNC, Sr. Hugó Juri, solo está atento a posibles negociados inmobiliarios. Tiene toda una Universidad a su disposición para informarse debidamente, se no poseer intereses subalternos, que es lo que esta proponiendo y su viabilidad.

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